martes, 2 de septiembre de 2008

De Tangas y Chocolate

"A todas las mujeres les gusta el chocolate" dice el dicho.

- No es cierto, yo conozco una que otra que no.
- Y yo.
Pero preguntando a más personas dirán que a la mayoría el simple acto de ver u oler el preciado "chocolat" es un placer que raya en la locura. A algunas, esta sensación es tan deliciosa que raya en lo erótico... a la primera mordida a aquel trozo de chocolate semiamargo se desatan los sentidos, se enchina la piel, cierran los ojos, y todo transcurre lento mientras aquello comienza a derretirse al calor de la boca...

Me pregunto si algo que se come puede considerarse un fetiche... claro, varias cosas también "se comen" y son fetiche, pero y el chocolate? Imagino que la diferencia está en si es un placer libidinoso, que son deliciosos, agudizan sentidos y arrancan suspiros, o si es un mero gusto por el sabor achocolatado. Pero de los parecidos nacen las reglas, y si pienso en un equivalente masculino para el chocolate, uno que produzca reacciones similares y sensaciones más allá de lo terreno, esas serían las tangas.

Sí, esos diminutos cubrepoco que a la vez dejan todo y nada a la imaginación, que despiertan los más bajos instintos y desbocan pasiones especialmente si el diseño invita al deseo. Son fetiche? quizá no más que el chocolate, al final la carga sexual se la pone cada quien al objeto, pero aún sin ella no pierden su marcado erotismo un buen trozo de chocolate negro o una delicada tanga con encaje...

En ambos se puede tocar, mirar, oler, detallar, atesorar, imaginar y dejar que el placer desplace los demás pensamientos. Hágase público o privado, en soledad o compañía, con lo propio o lo ajeno, lícito o prohibido... el punto es, el puro efecto emocional, lo hace un fetiche?

8 comentarios:

Xitlally Romero dijo...

Qué importa. Uhm, chocolate... Uhm, tangas... Uhm, tangas de chocolate... jajajaja

Anónimo dijo...

Seeee tangaaaassss!!!
Pues hay tangas comestibles, nunca me he topado con una sabor a chocolate.

Sergio HF dijo...

Bien.

La comparación es interesante, pero pienso que las tangas se ganan por kilómetros (no precisamente que sean mejores, sino que producen o deben levantar más ímpetu -y no sólo ello- que el chocolate), por ser más explícito o cercano al placer sexual. Pero, bueno... creo que no he conocido a muchas personas que amen TANTO el chocolate.

Y pienso que para aquellos que no se deciden si lo suyo son las tangas o el chocolate... pues... les propongo que la próxima vez que conozcan a una persona que use tanga le pidan una que haya usado durante todo el día (cuando aún está mojadita e sudor -y más-), la remojen en chocolate y prueben a ver cuál de las dos les late más.
Jejeje... ¿o de qué otra forma podrían combinarlos? (las tangas de chocolate no me convencen, son cosas de repostería y nada de la creatividad que le ponen a la lencería).

Cuídense.
¡Felicidades por el blog!

Sergio HF dijo...

(Un día después)

P.D. Era de broma lo de la tanga chopeada.
P.D. 2. Mis bromas suelen ser malas.
P.D. 3. Eso también era broma.

Anónimo dijo...

Pues ya fuera de broma... lo de las tangas chopeadas no es mala idea, de hecho es bastante interesante...

Creo que se podría hacer un experimento, ver la expresión en el rostro de quien huele unas tangas usadas tooodo el día y compararla con la que pone quien le da un mordisco (ouch) a su chocolate favorito, a ver que tal no?

Sobre la encuesta: en realidad es lo mismo la zoofilia que el bestialismo? porque lo primero creo que sería aún más común de lo que imagino

Sergio HF dijo...

Órale, es muy buena propuesta la que mencionas, no me había pensado en esa de la persona olfateando su fetiche (que no su tanga, claro).

Pienso que sí se parecerían en mucho ambos rostros. De hecho podría hacerse hasta un comercial con ello, jajaja...

Xitlally Romero dijo...

jajaja... jajajajajajaaja

Jon Basto dijo...

Esto necesita un poco mas de ritmo, no te duermas en los laureles.
Y visita mundo basto.
http://mundobasto.blogspot.com/