viernes, 20 de marzo de 2009

Deseo y placer

Ya cerró la encuesta, y parece que la mayoría asociamos el sexo, primero que nada, con el deseo. Me parece justo. Después de todo el deseo rige muchas cosas en esta vida. Muchas decisiones se toman en su nombre. Me parece curioso que el deseo esté en primer lugar y luego venga el placer. Podríamos pensar que es porque uno es consecuencia del otro pero, ¿y si no? ¿Será que quizá deberíamos hacerlo primero y ante todo por placer?
En fin. Mi madre me preguntó por qué mis poemas son tan eróticos. Yo le respondí sinceramente: casi nunca me doy cuenta de ello sino hasta meses después. Les dejo uno de esos poemas:

Transparencias II

Pero en la noche sube la marea
y se reseca la garganta a cada entrada de la noche
y viene el frío
de fuera
y sopla adentro.
El grito
de carne en cada peso de la almohada
y vuelve y arremete y hace entrada
para vestir rocío
y galopar el sueño.
Remota oscuridad que huele a mares
que se descubre en movimiento en falsas noches
que me remite en giros insaciables
para rendirme abismo
en cada vuelta
o con la oscuridad de la sala.